12 de diciembre de 2013

Recomendación animera: ¡Arde Gundam!


A Japón se le puede asociar con muchas ondas raras como programas de concurso crueles, maquinas expendedoras de ropa interior usada y mujeres siendo abusadas por miles de tentáculos; pero entre otras manías fetichistas, también se le asocia con el progreso frente a las adversidades, como es que pueden tomar aquello a lo que temen y lo reverencian de alguna manera. Gracias a eso también lo podemos asociar a monstruos mutantes y súper robots gigantes, máquinas de guerra creadas para enfrentarlos.

Mobile Suit Gundam es una de esas series de robots gigantes. Publicada a finales de los setentas su tema introductorio podría recordar a otras series de la época como Mazinger Z por tener ese tufo a viejo que solo ese dibujo y música pueden lograr. Pero en esa apariencia retro se esconde una serie que fue pionera en su tiempo pues hasta su emisión, las series de robots gigantes trataban de enfrentar a monstruos malvados salidos de las profundidades de la tierra o el espacio. Enemigos sin rostro que podían ser aniquilados sin remordimiento para que a la semana siguiente apareciera otro distinto. Todo cambió con Mobile Suit Gundam.


5 de agosto de 2013

Gundam Fight ready... GO!


Seré honesto, Mobile Fighter G Gundam es mala, muy mala. Su argumento es poco original y sus personajes son simplones al extremo. Es tan mala que me divertí bastante viéndola. Me reí con cada propuesta en el argumento y con los giros en la historia que salen de ningún lado. Todo para terminar en un final tan fuera de lugar que aún no me creo que alguien del equipo de animación lo haya aprobado.

Esta serie es y no es parte del universo Gundam. Fue parte de un proyecto realizado para conmemorar el 15 aniversario de la serie teniendo como objetivo crear mundos alternos para atraer nuevo público y dejar por la paz una historia que ya se estaba haciendo difícil de seguir. Junto con G Gundam vinieron también Gundam Wing, conocida en estas tierras gracias a Cartoon Network y Gundam After War, siendo esta última menos apreciada que las otras dos.

Pero tanto Gundam Wing, como After War, como la serie original, todas tratan sobre la guerra, sus estragos y la búsqueda de la paz cambiando en algunos casos el orden de los factores y quién oprime a quién. G Gundam ignora todo eso para tomar otro rumbo más sencillo y digerible siendo argumentalmente hablando más comparable a un Street Fighter que a una ópera espacial.

29 de junio de 2013

Dragon Quest in Brass - Waltzing on the Wave



La música compuesta por Koichi Sugiyama es de mis favoritas y si hay un juego en el que veo que participa me detengo primero en el apartado audiovisual antes de pasar a ver de que trata o como se juega.

Lo que me parece más genial es que le dedicaran versiones arregladas, orquestales con instrumentos de verdad. Suenan chidisimo.


16 de junio de 2013

Super Metroid terminado


Durante muchos años tuve la espinita de no haber terminado Super Metroid. No porque me aburriera, o fuese malo, el juego me enganchaba desde el inicio pero mi corta edad influyó a que se impusiera esta bestia laberíntica y por su dificultad, sumado a una falta de instrucción por parte del juego, hacía que me perdiera como rata de laboratorio pues ningún juego por aquella época se le parecía. Ya un par de años después me haría fan incondicional de Castlevania Symphony of the Night y de todos los derivados que nacieron a partir de este mito.

No fue hasta hace poco que pude jugarlo bien. Realmente es un gran juego, todo en él está tan bien hecho que terminarlo en nada menos que 7 horas hace que uno quiera repetir pues es muy poca aventura para tremendo juego.

19 de marzo de 2013

El nombre del viento: La base de una buena historia


Libros de fantasía hay miles, cientos de miles. Hay tantos que no creo que esta vida me dé para siquiera ojearlos a todos. Pero es un género que tanto me gusta y que tantos disgustos me ha dado. Nada más siguiendo esta página me topé con varios libros que prometían y que al final resultaron ser historias tan huecas que se rompían si las analizaba demasiado.

Un día, entre los tantos tweets literarios que sigo, salió una reseña de una historia hecha con la más pura de las recetas de fantasía pero que resultaba bastante entretenida a ojos de aquel reseñador (una pena que perdiera el enlace). Así fue como decidí darle su oportunidad al Nombre del Viento.