Durante muchos años tuve la espinita de no haber terminado Super Metroid. No porque me aburriera, o fuese malo, el juego me enganchaba desde el inicio pero mi corta edad influyó a que se impusiera esta bestia laberíntica y por su dificultad, sumado a una falta de instrucción por parte del juego, hacía que me perdiera como rata de laboratorio pues ningún juego por aquella época se le parecía. Ya un par de años después me haría fan incondicional de Castlevania Symphony of the Night y de todos los derivados que nacieron a partir de este mito.
No fue hasta hace poco que pude jugarlo bien. Realmente es un gran juego, todo en él está tan bien hecho que terminarlo en nada menos que 7 horas hace que uno quiera repetir pues es muy poca aventura para tremendo juego.
Para ser de 1994, envejeció bastante bien. Super Metroid es de esos juegos viejos que, fuera de la pantalla de inicio, no te dice nada, absolutamente nada, ni los buenos días. Creo que el único texto que llegué a ver dentro del juego fue en esa intro que relata los acontecimientos de los primeros dos juegos de la saga y como Samus dejó en una colonia espacial para su estudio al último especimen de Metroid. Donde precisamente inicia el juego.
De ahí para adelante vas solo. Ni siquiera te explican cuales son tus objetivos o hacia donde debes ir. Simplemente te van soltando habilidades conforme avanzas y esperan que con suerte atines a saber cuál es su función para continuar.
Como anécdota, el colmo vino con una habilidad que uno posee desde el principio y que jamás habría adivinado a no ser porque unos monos la realizan frente a ti, claro, sin decirte nada, solo saltando aquí y allá esperando que captes la indirecta.
Una de las pegas que tengo con el juego son los controles. Son horrendos. Para los tiempos del Super Nintendo, Super Metroid estaba muy adelantado y se nota mucho en la configuración para el control de 8 botones de la consola. Gracias a la magia de los emuladores y de mi control con ciertas reminicencias al de Playstation, correr, saltar y disparar mientras se apunta en diagonal hacia abajo deja de ser solo un sueño doloroso, como debió serlo con los viejos controles.
El juego por si mismo es absorbente y la historia, aunque carente totalmente de texto en todo el juego, tiene giros sorpresivos y más de una vez casi me da un ataque por no haber salvado horas atrás... Realmente sabe jugar con la atmosfera que trae detrás, de hecho, por momentos me recordó algunos filmes de ciencia ficción como Alien.
La música no es lo que esperaba si la comparo con la melodía que todo mundo asocia a Metroid que lleva a uno a pensar que esto va de aventuras espaciales. Temas como el de Red Soil o Maridia le da un aire de misterio que te invita a seguir explorando. Por supueto, la tonada que más se acercó a mis expectativas es el tema que terminó por adueñarse Ridley.
Si no lo has jugado, deberías, vale mucho la pena.
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