En uno de esos ratos de insomnio que de un modo u otro te llevan a pensar en cualquier cosa, llegó a mi mente el tema de la muerte. “¿Qué pasará si muero? ¿toda esa experiencia que he acumulado a lo largo de la vida se irá a la mierda?” menudencias nada más, pero que para mi suerte, se sumaron a las razones por las que no podía dormir.
No soy una persona teísta, todo eso de que hay algo o alguien que nos ve, cuida o castiga se quedó en mi niñez junto con santa clos y el avaro del ratón de los dientes. Fantasías que ayudan a consolar al desdichado, al pobre y al enfermo pero no a mí. Por lo que cuando me plantee seriamente esto de la muerte fue un “oh oh, si no hay cielo o Valhala ¿entonces?” es donde lo realmente preocupante aparece. La vida es corta y mis proyecciones a futuro son trabajar, ganar dinero, viajar, aprender de todo un poco pero si de repente me muriera posiblemente regresaría a lo mismo que era antes de nacer: nada y toda esta vida de alegría, tristeza, ocio y trabajo valdría para dos cosas. Una visión algo pesimista comparada con lo que plantean casi todas las religiones.
Entonces qué puedes esperar del mañana si no hay nada más para allá. Yo no lo sé.
Imagen de aquí: http://www.flickr.com/photos/30823810@N00/170894098
Pinche emo....
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