Esta melodía de Antonín Leopold Dvořák jamás la habría escuchado o sabido de quién era si no fuera por Civilization IV, juego que pese a ya tener 7 años encima sigue siendo a mi parecer el mejor Civ hasta la fecha.
Está lleno de detalles por todos lados y posee una enviciante mecánica en la que debes repartir tu tiempo entre administrar tus ciudades, tu ejercito así como tus relaciones con las civilizaciones vecinas. Pero si algo le agradezco es el acercamiento a la cultura universal, el conocer los nombres de grandes personajes, sus civilizaciones así como la música que se componía en cada episodio importante de las civilizaciones occidentales.
Por supuesto, cada vez que escucho esta canción no puedo evitar imaginar grandes urbes siendo sobrevoladas por dirigibles.
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