23 de marzo de 2012

Mundo sin religión ni superstición


 El otro día, un amigo lanzó una interesante pregunta: ¿Qué tal si se diera el caso, en un escenario perfecto, que de repente la gente se diera cuenta que no hay nada místico o mágico en este mundo? Que la respuesta fuese algo tan obvio que hasta la gente piense "¿Cómo es que no lo vimos antes?" y acepte que todo en lo que cree no es distinto de creer en Superman o Santa Claus.
Sí, es difícil para aquellos cuya vida gira alrededor de eso, pero acepten esta premisa para poder pasar a la siguiente pregunta ¿Qué cambios habría en el mundo como lo conocemos?


En un principio me costaba concebirlo porque realmente es difícil imaginar que nadie crea que las estrellas están de su lado, que cáncer está pasando por la casa de capricornio o considerar como lo tomarían personas que conozco que dedican buena parte de su tiempo en propagar su fe. Incluso tengo momentos en los que imagino a la señora fortuna alzando su dedo de en medio hacia mi. Ese tipo de pensamiento es algo imposible de evitar. Pero admito que no todos lo tomamos tan en serio y el problema es solo para aquellos cuyo mundo está construido y además gira alrededor de los cuentos que sus libros sagrados les relatan.

Pero vamos al punto ¿Qué podría cambiar?

La infelicidad se iría a las nubes. El pensamiento mágico siempre a ido de la mano con la tragedia y la miseria. Es el consuelo para aquél que lo ha perdido todo y es la promesa vacía de que el justo será recompensado y el malvado castigado... algún día. Aquellos que peregrinan para ver curadas enfermedades, solucionar problemas o encontrar la felicidad son la muestra de ello. Sin el consuelo de un amigo imaginario todos se darían cuenta de lo jodidos que están, dejándome ver dos escenarios: La gente se levantaría y por fin se pondrían a hacer algo por ellos mismos o la peor, entrarían en un ciclo autodestructivo que involucraría drogas, alcohol o directamente el suicidio.

Una respuesta más obvia sería que la gente se volvería malvada. Bajo el punto de vista, a mi parecer erróneo, de que todos aquellos que se dicen creyentes temen al castigo o esperan una recompensa para cuando mueran. Me parece bastante débil pues hay países que no siguen la misma religión y por ende la misma filosofía pero de algún modo funcionan más o menos bien. Sí, existen países ultra religiosos donde te cuelgan del árbol más alto (literal) sí dices algo tan provocador como la igualdad del hombre y la mujer. La relación entre países más religiosos y niveles bajos de criminalidad tampoco parece apoyar la teoría de que gente sin guía religiosa se volverá malvada a la mañana siguiente. En este caso opino que las cosas seguirán igual. Seguirá habiendo asesinos, estafadores y maleantes, aunque ahora ninguno alegará que alguien en los cielos se los ordenó.



La gente dejará las armas y dialogará ahora que ya no hay conflicto entre ellos. La historia me ha demostrado que aún sin religión, la gente esgrime tonterías como la afiliación política, la raza y la patria para iniciar conflictos. Hasta apoyar a un equipo de fútbol puede ser motivo suficiente para desatar la tercera guerra mundial. Así que los conflictos seguirán aunque he de admitir que afiliar más gente a la causa será más difícil al faltar el recurso místico que pone las cosas más fáciles a los reclutadores. Se apelaría más a los lazos con la tierra en la que se nació, las costumbres y la familia.

La escala de valores se irá a los suelos. Al momento de anunciar algún nuevo avance sea este científico, cultural o social son las organizaciones religiosas las primeras en poner el grito en el cielo, entran a la defensiva y no dan espacio a la comprensión de aquello que les es nuevo. ¿Qué sería de nosotros si el rockn'roll campara a sus anchas por Estados Unidos o Pokemon hubiese sido exhibida por toda latinoamérica sin restricciones? Bromas aparte. A mi parecer, los valores que enseña la religión y los valores que aprendes en tu casa, la escuela y tus amigos (o la calle) nunca se han cocido juntos. Hay personas buenas y malas, hay quienes han acogido algunas enseñanzas del cristianismo y hay otras que también las tomaron, pero solo las del viejo testamento; Al igual que existen los que prefieren aplicar la de vive y deja morir como aquellos que odian a quienes no opinan lo mismo que ellos. Depende más del lugar en el que vives y la gente que te rodea, no de a cual piedra le rezas.

Aún con religión vigente (según el INEGI, el 83% de los mexicanos se declaran católicos), este mundo es bastante hostil e injusto. El sistema bajo el que vivimos premia al avaricioso y se busca que se trabaje más por menos, en una forma legal de esclavitud. La gente cuando ayuda al necesitado, lo hace desde arriba y nunca se solidariza con él buscando una situación mejor para los dos.



La ciencia avanzaría a grandes pasos. Se dejaría de lado el inútil estudio de los mensajes, números y códigos ocultos de la biblia; Sería el adiós de seudo-documentales acerca del Arca de Noé o alienígenas ancestrales y por fin universidades dejarían de dar diplomados en reiki, homeopatía y demás santerías. Ahora que ya no hay promesa de más allá, la gente volcaría sus esperanzas en el más acá. Extender nuestra vida y erradicar enfermedades sería el objetivo común pues ya nadie confía en lo que ocurrirá después de la muerte que según todo apunta es nada. Además se mandaría junto al infierno el innecesario debate del diseño inteligente contra la teoría de la evolución. Que afortunadamente no he visto u oído a nadie negarlo en México. Al menos nuestro sistema educativo tiene algo de qué enorgullecerse. 



Después de pensarlo mucho, muy probablemente el mundo seguiría tal y como está. La gente le gusta matarse, excederse y luego disculparse con algo o alguien. No importa a qué. Imagino que todo seguirá ahí donde está aunque sin tantos días festivos. :(

1 comentario:

  1. . COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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